Cada oruga cuenta con miles de pelos a lo largo de su cuerpo que
se desprenden con facilidad y pueden ser muy urticantes.
El Ayuntamiento de Móstoles ha empezado a eliminar algunos nidos de oruga procesionaria que han aparecido en varios árboles de la ciudad. Esta plaga afecta sobre todo a pinos y cedros. Son las primeras colonias que se detectan este año. La presencia de este tipo de oruga suele registrarse en el mes de abril, pero el cambio climático ha adelantado el ciclo de desarrollo de este insecto.
Las actuaciones que se están llevando a cabo consisten en la combinación de fumigación y endoterapia. Una técnica esta última que ayuda a prevenir la proliferación de la procesionaria desde dentro del árbol y que es muy
respetuosa con el medioambiente. La prioridad de los equipos de
mantenimiento es retirar las colonias antes de que lleguen al suelo
provocando la conocida como “procesión” de orugas.
Desde el pasado miércoles 12 de febrero se están eliminando también
físicamente nidos de oruga procesionaria en algunas zonas arboladas de la
ciudad como el parque Finca Liana. Desde hace varias semanas se están
aplicando ya tratamientos preventivos en todos los pinos y cedros en suelo
público. El Servicio Municipal de Parques y Jardines lleva a cabo anualmente sucesivas campañas para controlar su proliferación, aunque ningún método asegura su eliminación al 100%.
Los servicios municipales aconsejan evitar el tránsito por las zonas con pinos o cedros si se observan hileras de orugas descendiendo de los árboles. Cada oruga cuenta con miles de pelos que se desprenden con facilidad y pueden ser muy urticantes. El contacto con la piel puede provocar reacciones cutáneas y también problemas oculares y respiratorios.